8 herramientas para convertir a tus empleados en expertos
Para que tu empresa funcione de la mejor manera posible debes centrar gran parte de tus esfuerzos en tus trabajadores y la mejor manera de hacerlo es con la formación para empleados. Los cursos de formación para el empleo a veces se ven con reticencia, pero son algunas de las técnicas que pueden mejorar la eficacia del personal.
Aunque los cursos de formación no son la única manera y es que la formación en el trabajo va mucho más allá de este tipo de enseñanza. Para convertir a tus empleados en expertos es importante que revises los procesos de trabajo de tu empresa y, sobre todo, tener en cuenta las herramientas que te ofrecemos en este artículo.
1. Desarrollar procedimientos operativos estándar
Para asegurarte de que los servicios que el personal lleva a cabo se realizan de la manera más eficiente posible, debes desarrollar procedimientos estandarizados para cada uno de ellos. Así, los empleados saben qué deben hacer en todo momento, cuál es el siguiente paso y cómo actuar en caso de incidencia.
Por ejemplo, si tu empresa se dedica a la limpieza en todo tipo de espacios, deberás crear procedimientos estandarizados para diferentes tipos de limpieza y, también, encargarte de que cada trabajador cuenta con una formación específica.
No llevará a cabo el mismo proceso de limpieza un limpiador de hogares que uno de cristalerías o maquinarías. Por eso, debes tener en cuenta, primero, qué hacen tus trabajadores, para luego poder focalizar procedimientos personalizados, así como formaciones.
2. Crea formularios de trabajo y checklists
La importancia de la formación de trabajadores también recae en la mejora de la organización de la empresa. En muchas ocasiones, trabajar de manera desorganizada hace que los resultados sean peores.
Para evitarlo, puedes formar a tus trabajadores para que al finalizar cada servicio rellenen un formulario de fin de tarea que acaban siendo firmados por el cliente y donde se detalla todo lo que ha hecho durante el tiempo en el que ha estado en ese lugar.
También son interesantes las cheklists, listas en qué tus trabajadores marcan con una cruz lo que han hecho y dejan sin marcar lo que no. Son útiles para contabilizar los tiempos que tardan en realizar sus trabajos y dejar un control de qué han hecho y qué no para la próxima vez.
3. Escribe un manual para tus empleados
La formación del personal no solo se centra en los procesos que estos llevan a cabo trabajando, también deben trabajar de acuerdo con las maneras de hacer y los valores de la empresa y para eso se necesita redactar un manual de empleados.
Los manuales de empleados no deben ser muy largos, y, sobre todo, se deben entender fácilmente. En este caso, puede ayudarte crear gráficas, usar imágenes o hacer listados, pero ¿Qué debe incluir el manual del trabajador?
- Historia de la empresa, resumida y clara.
- Misión, visión y valores de la empresa, en pocas palabras para que se memorice mejor.
- La marca de la empresa, cuál es su mensaje.
- Horario de trabajo
- Procedimiento que se sigue para días de vacaciones, días personales, bajas…
- Bonificaciones, incentivos y más
- Detalles de la nómina bancaria (terminología y otros detalles que puedan no entenderse)
- Código de conducta y vestimenta
- ¿Qué se espera de los trabajadores?
4. Crea un horario de formación para tus empleados
En muchas ocasiones es complicado encontrar huecos en que los trabajadores puedan dedicarse plenamente a la formación, por eso, es importante que planifiques las formaciones, así tanto tú como tus empleados podréis organizaros.
El personal debe saber cuándo se hará la formación y qué aprenderán en esa formación. Si lo que quieres es Iniciarte en la formación para los trabajadores lo mejor es comenzar por aspectos básicos para que así aprendan las dinámicas de estos cursos.
Para crear este horario, debes tener en cuenta el temario que se tratará, sino puede ser que no sean tan útiles cómo pensaban o que lleguen en el momento incorrecto. Por ejemplo, si hace una semana tus trabajadores instalaron una nueva maquinaria, la formación debería haber sido antes de instalarla y no después.
5. Practica el trato con tus clientes
El contacto con los clientes es fundamental para que tu empresa sea exitosa, en muchas ocasiones los servicios se llevan a cabo en domicilios y que el cliente confíe en el técnico es fundamental para que la tarea pueda realizarse satisfactoriamente.
Para que el trato con los clientes sea el mejor posible se necesita mucha comunicación, aunque la calidad también es importante, así que enseña a tus trabajadores a ser claros y pedagógicos con los clientes. Siempre se valora como positivo que los trabajadores hagan por que los clientes los entiendan.
Si contratas nuevos empleados, puede ser muy positivo que tú mismo los presentes a los clientes, así se sentirán más cómodos y confiarán en esa persona la próxima vez que se les presente.
Otra manera de que la relación entre clientes y trabajadores sea fructífera es ofreciendo la posibilidad a tus empleados de hacer descuentos y mejoras en el servicio a los clientes que ellos consideren.
6. Presenta el plan de seguridad y salud en el trabajo
La formación para los trabajadores no solo es importante para aumentar las ganancias de tu empresa, sino que juega un papel fundamental en la seguridad de tus empleados. Por norma general, la empresa debe formar a los trabajadores considerando los EPI, los primeros auxilios, la evaluación de riesgos y los equipos que usan.
Para crear vuestro programa de formación en riesgos laborales y salud del trabajador lo más apropiado es buscar los documentos oficiales en que se recogen estos riesgos. En España esto es posible gracias al Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST). Por ejemplo, busca el manual para mantenimiento “Mantenimiento: exposición y consecuencias”.
7. Ofrece cursos de formación adicionales
No todos tus trabajadores hacen las mismas tareas o las llevan a cabo en los mismos lugares, así que, aunque sea necesaria una formación transversal habrá miembros de tu equipo que necesiten formaciones enfocadas a un tipo de trabajo concreto.
Por ejemplo, si en tu empresa habéis firmado un contrato con un nuevo proveedor de maquinaria de una marca que nunca habéis usado, reúne al personal que se encargará de instalar la nueva marca para que solo esas personas se formen con la marca.
8. Valora el trabajo de tu personal con regularidad
Evaluar las formaciones es fundamental para reconocer la efectividad de estas. Es importante que te encargues de ver cómo trabajan en tu equipo para saber si ponen en práctica aquello que aprendieron en la formación, o no.
Esto puede recordarnos bastante al seguimiento de personal, una técnica que puede ayudarte a conocer a la perfección qué hacen tus trabajadores, cómo lo hacen, si están siendo el máximo de eficientes posible o si trabajan con seguridad, entre otros aspectos.
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